LAS FORMAS DE CONOCIMIENTO
LAS 8 FORMAS DE CONOCIMIENTO EN LA GUÍA
Las formas de conocimiento no operan en forma aislada
Las formas de conocimiento no deben
considerarse en forma aislada, ya que interactúan de varias maneras en la
construcción del conocimiento y en la formulación de afirmaciones de conocimiento.
Por ejemplo, incluso una afirmación simple como “esta mesa es azul” requiere la
acción conjunta de varias formas de conocimiento. Necesitamos el lenguaje para
poder entender los términos “mesa” y “azul”. Necesitamos un sistema conceptual
basado en la razón para darnos cuenta de que una mesa es algo que tiene la
posibilidad de ser azul. Necesitamos la percepción sensorial para reconocer que
lo que vemos es una mesa y que su color es azul. De este modo, las distintas
formas de conocimiento individuales se encuentran entretejidas para formar
estructuras
más sofisticadas, a fin de generar
conocimiento en las áreas de conocimiento.
TOMADO DE: IBO (2013) Guía de Teoría del Conocimiento. Cardiff: IBO. Pp. 25-29
El curso de TdC identifica ocho formas de
conocimiento específicas:
• Lenguaje
• Percepción sensorial
• Emoción
• Razón
• Imaginación
• Fe
• Intuición
• Memoria
Los alumnos deben explorar varias formas
de conocimiento. Se sugiere estudiar cuatro
de ellas en profundidad.
Las formas de conocimiento seleccionadas para el estudio detallado deben
elegirse cuidadosamente a fin de asegurar un enfoque coherente y equilibrado.
Las formas de conocimiento tienen dos
propósitos centrales en TdC. Por un lado, son herramientas para contestar la
pregunta “¿cómo sabemos?”, y por otro lado nos ayudan a
contestar la pregunta “¿cómo sé?” Por
ejemplo, podemos analizar el papel de la imaginación en la construcción del
conocimiento compartido, en términos del descubrimiento científico, pero también
podemos discutir la imaginación en el contexto del conocimiento y la
comprensión personales.
Si bien el análisis de las formas de
conocimiento y de su impacto sobre la construcción de
conocimiento personal puede que tenga su
sitio en un curso de TdC, se anima a los profesores de TdC a que exploren las
formas de conocimiento no en forma aislada, sino desde la perspectiva de su
contribución a la comprensión de las distintas áreas del conocimiento.
Lenguaje
¿Cómo da forma el lenguaje al conocimiento? La importancia
del lenguaje en un área del conocimiento, ¿hace que esta esté anclada en una
determinada cultura? ¿Cómo se utilizan las metáforas en la construcción del
conocimiento?
El lenguaje puede referirse a la facultad
mental que permite a la gente aprender y utilizar sistemas de comunicación sofisticados,
o puede referirse a dichos sistemas en sí (en cuyo caso hablamos de “lenguas” o
“idiomas”). El lenguaje consiste en un sistema de signos con significados
acordados o convencionales, combinados siguiendo un conjunto de reglas con el
propósito de comunicarse, formular ideas, almacenar conocimiento o como medio
de pensamiento. El término “signos” puede interpretarse en sentido muy amplio,
para abarcar letras, símbolos, sonidos, gestos, imágenes e incluso objetos. Es
una parte crucial de nuestras vidas cotidianas, pero también está lleno de
posibles áreas problemáticas, por ejemplo, la ambigüedad, el sarcasmo, la
ironía y las cuestiones de traducción.
Percepción sensorial
¿Cómo podemos saber si nuestros sentidos son fiables? ¿Qué
papel desempeñan las expectativas o la teoría en la percepción sensorial? ¿Qué
papel desempeña el lenguaje en la percepción sensorial?
La percepción sensorial es el proceso por
el cual podemos obtener conocimientos acerca del mundo exterior.
Tradicionalmente, se creía que existían cinco sentidos: la vista, el tacto, el
olfato, el gusto y el oído.
Sin embargo, hoy en día mucha gente
sostiene que hay otros sentidos, tales como el sentido del calor, del dolor,
del movimiento, del equilibrio, los sentidos del hambre y de la sed, o un
sentido de dónde se encuentran las partes de nuestro cuerpo.
Emoción
¿Son universales las emociones? ¿Podemos controlarlas, o
deberíamos ser capaces de hacerlo? ¿Son necesarias las emociones para el buen
razonamiento, o son su enemigo?
¿Están siempre vinculadas las emociones con la creencia?
La concepción naturalista de las
emociones sostiene que son el producto de procesos naturales, con causas y
efectos fisiológicos. Un promotor de esta teoría fue Darwin, quien creía que
las emociones son puramente fisiológicas, y por lo tanto universales y
presentes en todas las culturas.
No obstante, pueden citarse muchos
ejemplos de emociones que son específicas de una
determinada cultura, por ejemplo, la
noción china del “amor triste”. El punto de vista opuesto es el de los
construccionistas sociales, quienes sostienen que las emociones dependen de la conciencia
social, y no poseen ninguna base natural. Por ejemplo, las emociones como la vergüenza
parecen presuponer una noción de lo correcto y lo incorrecto.
La emoción ha sido considerada a veces
como una forma de conocimiento poco fiable. Por
ejemplo, se ha criticado a las emociones
diciendo que son obstáculos irracionales que obstruyen el conocimiento y
distorsionan nuestra imagen de la realidad. Sin embargo, otros creen que las emociones
no solo nos ayudan a entender las experiencias y los comportamientos sociales y
culturales, sino que también son una fuente de conocimientos sociales, éticos y
políticos, ya que nos ayudan a formar una comprensión del mundo que nos rodea.
Razón
¿En qué se diferencian la razón y la lógica? ¿Cuán fiable es
el razonamiento inductivo?
¿Somos predeciblemente irracionales?
La razón nos permite ir más allá de la
experiencia inmediata de nuestros sentidos. Está vinculada estrechamente con la
lógica, que es la deducción de conclusiones válidas a partir de premisas o puntos
de partida dados. El razonamiento humano también puede ser de naturaleza
inferencial, permitiendo sacar conclusiones que no pueden deducirse
estrictamente a partir de sus premisas.
Surge entonces una pregunta interesante
sobre si los criterios de racionalidad y las normas de razonamiento están
basados en la cultura. Las áreas del conocimiento pueden establecer sus propios
requisitos con respecto a los tipos de razonamiento que son aceptables.
El razonamiento inductivo es el proceso
de respaldar afirmaciones generales con una serie de afirmaciones particulares,
es decir, lo opuesto al razonamiento deductivo, que tiende a ir de lo general a
lo particular. El razonamiento inductivo es, por su naturaleza, inferencial.
Las afirmaciones que contienen la palabra “todos” no suelen ser demostrables en
sentido estricto, debido a la dificultad de efectuar observaciones en un
conjunto infinitito de elementos particulares. Esto es importante para las
ciencias naturales, pero también para las ciencias humanas, tales como la
psicología y la economía.
Imaginación
¿Qué papel desempeña la imaginación en la producción de
conocimiento sobre el mundo real? ¿Puede la imaginación revelar verdades que la
realidad oculta? ¿De qué manera ayuda la imaginación a comprender a otras
personas?
La imaginación se define con frecuencia
como la capacidad de formar una representación mental de algo, sin el estímulo
de una experiencia sensorial. Tradicionalmente, la imaginación ha estado asociada
con las imágenes y con la construcción de una imagen mental de alguna cosa. Sin
embargo, más recientemente el interés en la imaginación se ha centrado también
en la exploración de la imaginación proposicional, o “imaginar que”. Las
enfermedades que pueden afectar la imaginación, tales como el autismo grave, o
los trastornos que ocasionan delirios, tales como la esquizofrenia grave,
subrayan su importancia y su poder.
La imaginación se entiende a veces en un
sentido más amplio como algo asociado con la
creatividad, la resolución de problemas y
la originalidad. En este caso, puede tratarse de
establecer vínculos entre ideas que de
otro modo no estarían conectadas, a fin de resolver
problemas. Esto puede ser útil para la
elaboración de modelos o la creación de teorías en las ciencias, y para
resolver problemas estructurales en las artes. No obstante, a veces también se desconfía
de la imaginación, en parte porque se la ve como algo derivado en la mente del individuo,
y por lo tanto algo subjetivo. A veces, la imaginación también se asocia con el
razonamiento que lleva imaginar otras realidades, es decir, imaginar “qué
ocurriría si…” o “qué hubiera ocurrido si…”.
Fe
¿Se debería describir el humanismo o el ateísmo como una fe?
¿Pueden considerarse las creencias del teísmo como conocimientos porque son el
producto de una facultad cognitiva especial o “sentido divino”? ¿Satisface la
fe una necesidad psicológica?
El término “fe” se utiliza con mayor
frecuencia para hacer referencia a una fe religiosa, pero también puede
utilizarse en sentido laico como sinónimo de confianza. Si bien se la asocia en
la mayoría de los casos con una creencia en un Dios o dioses, la fe puede ser
religiosa sin ser teísta, por ejemplo en el caso del budismo.
Intuición
¿Por qué consideramos a algunas personas más intuitivas que
otras? ¿Hay ciertas cosas que debes saber de antemano para poder aprender?
¿Deberías fiarte de tu intuición?
La intuición se describe a veces como
cognición inmediata, o conocimientos que son
inmediatamente evidentes sin una
inferencia, prueba o justificación previas. La intuición se contrasta a menudo
con la razón, ya que se considera que es conocer sin utilizar procesos racionales.
Jung, en su famosa obra Psychologische
Typen (1921), se refirió
a la intuición como percepción a través del inconsciente, subrayando así la
idea de que la intuición suele verse como creencias que se conocen sin entender
cómo se las conoce.
La intuición se asocia a veces con los
conceptos de instinto y conocimiento innato. Por ejemplo, algunas personas
argumentan que si bien no tenemos conocimientos innatos de ninguna lengua en
particular, sí tenemos una capacidad intuitiva de usar el lenguaje. La
intuición se ha debatido mucho en el ámbito de la ética, en cuanto a si tenemos
intuición moral, o algún tipo de sentido innato de lo que está bien y lo que
está mal. Algunos también consideran que desempeña un papel importante en los
adelantos científicos.
Memoria
¿Podemos conocer cosas que están fuera de nuestra
experiencia personal presente? ¿Es el testimonio de un testigo presencial una
fuente fiable de pruebas? ¿Pueden nuestras creencias contaminar nuestra
memoria?
Muchas discusiones sobre el conocimiento
suelen centrarse en cómo se forman las creencias y el conocimiento, en vez de
en cómo los individuos los recuerdan. Sin embargo, la mayoría del conocimiento
que tienen los individuos consiste en la memoria, y por ello la cuestión de
cómo retenemos la información y cómo se reconstruyen las experiencias y
acontecimientos pasados es un aspecto importante de cómo se forma el
conocimiento personal.
La memoria, y en particular los hábitos,
están vinculados estrechamente con el conocimiento de procedimientos y con
recordar cómo se efectúan las acciones. A diferencia de la percepción, la memoria
se refiere a cosas que no están ocurriendo en el presente instante. Y a
diferencia de la imaginación, la memoria se refiere a cosas que creemos que han
ocurrido realmente. Hay quienes sostienen que la memoria en sí no es una fuente
de conocimiento, sino que es en cambio un proceso que utilizamos para recordar
conocimientos adquiridos en el pasado. No obstante, si bien la memoria se
refiere a conocimientos adquiridos en el pasado, se puede argumentar que
incluso
los nuevos conocimientos dependen de la
memoria, y están influidos por ella. Por ejemplo, la manera en que
interpretamos nuevas situaciones puede estar influida considerablemente por la experiencia
y los acontecimientos previos. De este modo, además de ser una “unidad de almacenamiento”
para el conocimiento existente, la memoria puede ser también un mecanismo que
nos permite procesar situaciones nuevas y únicas.
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