lunes, 14 de julio de 2014

LAS FORMAS DE CONOCIMIENTO

              

LAS FORMAS DE CONOCIMIENTO
LAS 8 FORMAS DE CONOCIMIENTO EN LA GUÍA

Las formas de conocimiento no operan en forma aislada

Las formas de conocimiento no deben considerarse en forma aislada, ya que interactúan de varias maneras en la construcción del conocimiento y en la formulación de afirmaciones de conocimiento. Por ejemplo, incluso una afirmación simple como “esta mesa es azul” requiere la acción conjunta de varias formas de conocimiento. Necesitamos el lenguaje para poder entender los términos “mesa” y “azul”. Necesitamos un sistema conceptual basado en la razón para darnos cuenta de que una mesa es algo que tiene la posibilidad de ser azul. Necesitamos la percepción sensorial para reconocer que lo que vemos es una mesa y que su color es azul. De este modo, las distintas formas de conocimiento individuales se encuentran entretejidas para formar estructuras
más sofisticadas, a fin de generar conocimiento en las áreas de conocimiento.

TOMADO DE: IBO (2013) Guía de Teoría del Conocimiento. Cardiff: IBO. Pp. 25-29

El curso de TdC identifica ocho formas de conocimiento específicas:
• Lenguaje
• Percepción sensorial
• Emoción
• Razón
• Imaginación
• Fe
• Intuición
• Memoria

Los alumnos deben explorar varias formas de conocimiento. Se sugiere estudiar cuatro de ellas en profundidad. Las formas de conocimiento seleccionadas para el estudio detallado deben elegirse cuidadosamente a fin de asegurar un enfoque coherente y equilibrado.
Las formas de conocimiento tienen dos propósitos centrales en TdC. Por un lado, son herramientas para contestar la pregunta “¿cómo sabemos?”, y por otro lado nos ayudan a
contestar la pregunta “¿cómo sé?” Por ejemplo, podemos analizar el papel de la imaginación en la construcción del conocimiento compartido, en términos del descubrimiento científico, pero también podemos discutir la imaginación en el contexto del conocimiento y la comprensión personales.

Si bien el análisis de las formas de conocimiento y de su impacto sobre la construcción de
conocimiento personal puede que tenga su sitio en un curso de TdC, se anima a los profesores de TdC a que exploren las formas de conocimiento no en forma aislada, sino desde la perspectiva de su contribución a la comprensión de las distintas áreas del conocimiento.

Lenguaje
¿Cómo da forma el lenguaje al conocimiento? La importancia del lenguaje en un área del conocimiento, ¿hace que esta esté anclada en una determinada cultura? ¿Cómo se utilizan las metáforas en la construcción del conocimiento?
El lenguaje puede referirse a la facultad mental que permite a la gente aprender y utilizar sistemas de comunicación sofisticados, o puede referirse a dichos sistemas en sí (en cuyo caso hablamos de “lenguas” o “idiomas”). El lenguaje consiste en un sistema de signos con significados acordados o convencionales, combinados siguiendo un conjunto de reglas con el propósito de comunicarse, formular ideas, almacenar conocimiento o como medio de pensamiento. El término “signos” puede interpretarse en sentido muy amplio, para abarcar letras, símbolos, sonidos, gestos, imágenes e incluso objetos. Es una parte crucial de nuestras vidas cotidianas, pero también está lleno de posibles áreas problemáticas, por ejemplo, la ambigüedad, el sarcasmo, la ironía y las cuestiones de traducción.

Percepción sensorial
¿Cómo podemos saber si nuestros sentidos son fiables? ¿Qué papel desempeñan las expectativas o la teoría en la percepción sensorial? ¿Qué papel desempeña el lenguaje en la percepción sensorial?
La percepción sensorial es el proceso por el cual podemos obtener conocimientos acerca del mundo exterior. Tradicionalmente, se creía que existían cinco sentidos: la vista, el tacto, el olfato, el gusto y el oído.
Sin embargo, hoy en día mucha gente sostiene que hay otros sentidos, tales como el sentido del calor, del dolor, del movimiento, del equilibrio, los sentidos del hambre y de la sed, o un sentido de dónde se encuentran las partes de nuestro cuerpo.

Emoción
¿Son universales las emociones? ¿Podemos controlarlas, o deberíamos ser capaces de hacerlo? ¿Son necesarias las emociones para el buen razonamiento, o son su enemigo?
¿Están siempre vinculadas las emociones con la creencia?
La concepción naturalista de las emociones sostiene que son el producto de procesos naturales, con causas y efectos fisiológicos. Un promotor de esta teoría fue Darwin, quien creía que las emociones son puramente fisiológicas, y por lo tanto universales y presentes en todas las culturas.
No obstante, pueden citarse muchos ejemplos de emociones que son específicas de una
determinada cultura, por ejemplo, la noción china del “amor triste”. El punto de vista opuesto es el de los construccionistas sociales, quienes sostienen que las emociones dependen de la conciencia social, y no poseen ninguna base natural. Por ejemplo, las emociones como la vergüenza parecen presuponer una noción de lo correcto y lo incorrecto.
La emoción ha sido considerada a veces como una forma de conocimiento poco fiable. Por
ejemplo, se ha criticado a las emociones diciendo que son obstáculos irracionales que obstruyen el conocimiento y distorsionan nuestra imagen de la realidad. Sin embargo, otros creen que las emociones no solo nos ayudan a entender las experiencias y los comportamientos sociales y culturales, sino que también son una fuente de conocimientos sociales, éticos y políticos, ya que nos ayudan a formar una comprensión del mundo que nos rodea.

Razón
¿En qué se diferencian la razón y la lógica? ¿Cuán fiable es el razonamiento inductivo?
¿Somos predeciblemente irracionales?
La razón nos permite ir más allá de la experiencia inmediata de nuestros sentidos. Está vinculada estrechamente con la lógica, que es la deducción de conclusiones válidas a partir de premisas o puntos de partida dados. El razonamiento humano también puede ser de naturaleza inferencial, permitiendo sacar conclusiones que no pueden deducirse estrictamente a partir de sus premisas.
Surge entonces una pregunta interesante sobre si los criterios de racionalidad y las normas de razonamiento están basados en la cultura. Las áreas del conocimiento pueden establecer sus propios requisitos con respecto a los tipos de razonamiento que son aceptables.

El razonamiento inductivo es el proceso de respaldar afirmaciones generales con una serie de afirmaciones particulares, es decir, lo opuesto al razonamiento deductivo, que tiende a ir de lo general a lo particular. El razonamiento inductivo es, por su naturaleza, inferencial. Las afirmaciones que contienen la palabra “todos” no suelen ser demostrables en sentido estricto, debido a la dificultad de efectuar observaciones en un conjunto infinitito de elementos particulares. Esto es importante para las ciencias naturales, pero también para las ciencias humanas, tales como la psicología y la economía.

Imaginación
¿Qué papel desempeña la imaginación en la producción de conocimiento sobre el mundo real? ¿Puede la imaginación revelar verdades que la realidad oculta? ¿De qué manera ayuda la imaginación a comprender a otras personas?
La imaginación se define con frecuencia como la capacidad de formar una representación mental de algo, sin el estímulo de una experiencia sensorial. Tradicionalmente, la imaginación ha estado asociada con las imágenes y con la construcción de una imagen mental de alguna cosa. Sin embargo, más recientemente el interés en la imaginación se ha centrado también en la exploración de la imaginación proposicional, o “imaginar que”. Las enfermedades que pueden afectar la imaginación, tales como el autismo grave, o los trastornos que ocasionan delirios, tales como la esquizofrenia grave, subrayan su importancia y su poder.
La imaginación se entiende a veces en un sentido más amplio como algo asociado con la
creatividad, la resolución de problemas y la originalidad. En este caso, puede tratarse de
establecer vínculos entre ideas que de otro modo no estarían conectadas, a fin de resolver
problemas. Esto puede ser útil para la elaboración de modelos o la creación de teorías en las ciencias, y para resolver problemas estructurales en las artes. No obstante, a veces también se desconfía de la imaginación, en parte porque se la ve como algo derivado en la mente del individuo, y por lo tanto algo subjetivo. A veces, la imaginación también se asocia con el razonamiento que lleva imaginar otras realidades, es decir, imaginar “qué ocurriría si…” o “qué hubiera ocurrido si…”.

Fe
¿Se debería describir el humanismo o el ateísmo como una fe? ¿Pueden considerarse las creencias del teísmo como conocimientos porque son el producto de una facultad cognitiva especial o “sentido divino”? ¿Satisface la fe una necesidad psicológica?

El término “fe” se utiliza con mayor frecuencia para hacer referencia a una fe religiosa, pero también puede utilizarse en sentido laico como sinónimo de confianza. Si bien se la asocia en la mayoría de los casos con una creencia en un Dios o dioses, la fe puede ser religiosa sin ser teísta, por ejemplo en el caso del budismo.

Intuición
¿Por qué consideramos a algunas personas más intuitivas que otras? ¿Hay ciertas cosas que debes saber de antemano para poder aprender? ¿Deberías fiarte de tu intuición?
La intuición se describe a veces como cognición inmediata, o conocimientos que son
inmediatamente evidentes sin una inferencia, prueba o justificación previas. La intuición se contrasta a menudo con la razón, ya que se considera que es conocer sin utilizar procesos racionales. Jung, en su famosa obra Psychologische Typen (1921), se refirió a la intuición como percepción a través del inconsciente, subrayando así la idea de que la intuición suele verse como creencias que se conocen sin entender cómo se las conoce.
La intuición se asocia a veces con los conceptos de instinto y conocimiento innato. Por ejemplo, algunas personas argumentan que si bien no tenemos conocimientos innatos de ninguna lengua en particular, sí tenemos una capacidad intuitiva de usar el lenguaje. La intuición se ha debatido mucho en el ámbito de la ética, en cuanto a si tenemos intuición moral, o algún tipo de sentido innato de lo que está bien y lo que está mal. Algunos también consideran que desempeña un papel importante en los adelantos científicos.

Memoria
¿Podemos conocer cosas que están fuera de nuestra experiencia personal presente? ¿Es el testimonio de un testigo presencial una fuente fiable de pruebas? ¿Pueden nuestras creencias contaminar nuestra memoria?

Muchas discusiones sobre el conocimiento suelen centrarse en cómo se forman las creencias y el conocimiento, en vez de en cómo los individuos los recuerdan. Sin embargo, la mayoría del conocimiento que tienen los individuos consiste en la memoria, y por ello la cuestión de cómo retenemos la información y cómo se reconstruyen las experiencias y acontecimientos pasados es un aspecto importante de cómo se forma el conocimiento personal.
La memoria, y en particular los hábitos, están vinculados estrechamente con el conocimiento de procedimientos y con recordar cómo se efectúan las acciones. A diferencia de la percepción, la memoria se refiere a cosas que no están ocurriendo en el presente instante. Y a diferencia de la imaginación, la memoria se refiere a cosas que creemos que han ocurrido realmente. Hay quienes sostienen que la memoria en sí no es una fuente de conocimiento, sino que es en cambio un proceso que utilizamos para recordar conocimientos adquiridos en el pasado. No obstante, si bien la memoria se refiere a conocimientos adquiridos en el pasado, se puede argumentar que incluso

los nuevos conocimientos dependen de la memoria, y están influidos por ella. Por ejemplo, la manera en que interpretamos nuevas situaciones puede estar influida considerablemente por la experiencia y los acontecimientos previos. De este modo, además de ser una “unidad de almacenamiento” para el conocimiento existente, la memoria puede ser también un mecanismo que nos permite procesar situaciones nuevas y únicas.

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